En el ombligo del mundo. Qosqo

Para el Imperio Inka, Cusco (Qosqo) es el centro de todo, el punto de partida y el final del Tahuantinsuyo. El lugar donde se unían las 4 regiones que conformaban esta civilización perdida. Sin embargo, pese a la exterminación de los Inkas, Qosqo no ha perdido su grandeza. De hecho, ella misma se declara como la capital cultural y arqueológica de Sudamérica. Popularmente también es conocida como el ombligo del mundo (Qosq'o en quechua), el punto más cercano al origen de todo, la Madre Tierra o la Pachamama.

Como en todas las ciudades de este continente que atraen año tras año a hordas de turistas se perciben muchas contradicciones. Cusco es una urbe preciosa, monumental, cuidada y mantenida con esmero para seguir siendo un polo de atracción internacional. Pero a Qosqo le pasa lo mismo que a todas las ciudades que desean más y más visitantes; está dejando de pertenecer a los propios cuzqueños. Algo así como lo que pasa actualmente en Barcelona, que se autoproclama “la millor botiga del món” pese a que muchos habitantes ya no se pueden permitir el lujo de entrar en esta mega tienda para consumir. En Qosqo todos podemos pasearnos por la Plaza de Armas, la Plaza Regocijo y las calles centrales que conforman esta ciudad levantada sobre piedras antiguas y que parece esculpida en lugar de construida. Sin embargo, sólo hay que alejarse un poco de este centro histórico, diseñado en forma de Puma por el más grande de los Inkas, Pachacutec, para entender que los 30 soles o más (7,5 €) que te puede costar una cena en la Plaza de Armas son un gasto inalcanzable para la gran mayoría de sus habitantes.

En cualquier caso, y como decíamos, estas contradicciones ya no son patrimonio de los países (supuestamente) en desarrollo, más aún cuando parece que el sistema capitalista parece estar en la UVI. Aunque no hay que sufrir demasiado por él, su capacidad de adaptación y supervivencia es tan acentuada que difícilmente pasará de una preocupante arritmia cardíaca,donde los gurus de la economía, cuál médicos, recomendarán un largo y Estatal reposo hasta que aparezca una nuevo Milton Friedman ensalzando la panacea (pseudo-científica) de las fuerzas en equilibrio del mercado. Será entonces cuando volveremos a practicar el arte chino de los fuegos artificiales.

¡Volvamos al tema! Al llegar de Bolivia, y después de casi 2 meses viajando, nuestro día a día en Qosqo se convirtió deliberadamente en un periodo de estabilidad. Estábamos bastante fundidos y lo que queríamos era instalarnos en un lugar tranquilo y cómodo des del que pudiéramos vivir la ciudad más que verla o visitarla. Aunque pueda llegar a sonar mal, hacer el turista todos los días es una actividad cara y cansada. De hecho, durante las dos primeras semanas no accedimos a ninguno de los atractivos turísticos que existen en Cusco: iglesias, ruinas, conventos, museos... Simplemente nos dedicamos a pasear y recorrer la ciudad, salir de juerga e intentar gastar poco, comiendo en la cocina del hostel en el que nos sentimos tan a gusto. Durante esas dos primeras semanas sustituimos la parte más lúdica de este viaje por el trabajo voluntario en el proyecto de apoyo a niños cuzqueños que se ejecuta en la Aldea Yanapay.

Como en casi todo en la vida, esta experiencia voluntaria ha tenido luces y sombras aunque a nivel global ha sido positiva emprenderla y en especial conocer a los niños peruanos que forman parte de este proyecto. En cualquier caso, 15 días dan más bien para poco, aunque si que nos ha permitido conocer desde otro punto de vista la realidad en la que nos habíamos instalado. Marta participó en la parte más dura pues trabajó en un proyecto de apoyo a niños retenidos en una comisaría de policía por distintos motivos: abandono, delincuencia, abusos sexuales, maltrato.. Los chavales (mal)viven en unas condiciones bastante lamentables, hacinados en un pequeño cuarto donde es difícil realizar actividades que les permitan distraerse un poco de su realidad. Mientras, Joan colaboró en un proyecto de refuerzo extra-escolar ayudando a los niños que venían voluntariamente en sus tareas de la escuela o realizando talleres de arte y teatro.

Lo mejor de esos días fueron, una vez más las personas, con las que nos hemos cruzado. Muchas de ellas son peruanas o se quedaran por aquí durante un tiempo y las seguiremos viendo mientras vamos descubriendo los rincones que ofrece esta zona del altiplano; como Yuri, Roxana, Rocío, Diana, Jordan, Michelle, Nelo, Aranu, Helena, Joan, Ana, Estefanía, Naydel y en especial Kyles, con la que nos vamos a reencontrar en Australia. Otras, como los artistas Cescu y Meritxell, sólo están de paso por un tiempo pero esperamos volverlos a ver a nuestro regreso.

De esos días quedará en nuestra memoria la actuación callejera totalmente improvisada de Xuxes (Cescu) y Marieta (Meritxell) que, como payasos profesionales, hicieron reír hasta a la policía cuzqueña e incluso algún transeúnte les ofreció alguna moneda, rechazada, como es obvio, con humor. También, será recordada una paella vegetariana para 28 personas que Cescu y Joan se marcaron y que acabó en un sonora borrachera, donde las palmas de los españolitos que estábamos allí se escucharon hasta en el centro de Cusco. Todas estas buenas vibraciones en el ombligo del mundo se acentuaron cuando de forma un tanto inesperada la Pepa, la Mamá de Joan, nos anunció que vendría a visitarnos. Dejamos para entonces el descubrimiento de lugares tan sugerentes como Machupicchu, Moray o Pisaq.

Fotos:

Cusco

http://picasaweb.google.es/ankor73/CUSCO1#

Proyecto Aldea Yanapay

http://picasaweb.google.es/ankor73/YANAPAY#